Si la luz es mi destino guíame faro mío, llévame a donde haga frío para poder saber que existo, por favor usa mis labios de pretexto y así te muestro que lo nuestro nunca fue opuesto, que esto nunca se tiñó de negro, si no de verde dando así esperanza a este poeta de piel feble, de rostro tenue, de mirada perdida entre montones de calles y andenes.
Así soy y así me conoces, como el hombre de las mil voces, como el que quiso morir pero sobrevivió por dos razones, por sonreír entre callejones, y por enfrentarme a ti como a leones. Queriendo destacar entre el gentío, queriendo despertar a un genio, queriendo querer a mi ego, queriendo ser amado con esmero y no apartado como después de una coma, un cero.
Pero sin resultado, todo lo dicho pronto es olvidado, y amontonado en el pensamiento desinteresado. Todavía no comprendo tu objetivo, no sé qué tengo que hacer contigo, no me lo explico, ni por qué eres distinta para mí que para un desconocido, y todos dicen saber algo de ti, el marroquí cree amarillo, el nazi cree violeta y todo es así; y esta situación es demasiado violenta como para ser cierta, por eso pedí tiempo muerto, por eso dos años creciendo sin tener sentido en el universo, pero ahora tras llorar mares y océanos, despierto del sueño donde tendido en el suelo solía mirar al sol sin salida y sin aliento. Me levanto, ''sonrío, saludo, pregunto, aunque pocas veces me toque responder a mi, pienso, sonrío, río, hablo, toco, quiero, saludo, vuelvo a pensar, gasto energía...''
''Si la vida es un instante hoy quiero olvidar que existo'' Nach.
Gracias por leer esto, espero que os haya gustado.
Comentad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario