Rencor, odio, nostalgia.

No tengo fe ni en el ser humano, no tengo, ni ganas de estrechar manos, ni de tratar con agudos, ni de mirar al futuro, hoy tengo ganas de negro, de que la sangre de mis venas brote hacia el exterior, de trágico dolor, de histéricos gritos, de que mi cerebro sea extirpado entero para no pensar más, para no concentrarme en el más allá, para no pensar en lo que vendrá, para sonreír cuando salude el papa, para parar esta vida infernal.

Hay tantos pares de ojos como puntos de vista de la vida, y hay tanta ignorancia, que la primera película será tu guía, y te convertirás  en la ovejita que todos quieren que seas, y no regirás, ni pensarás, y actuarás por patrones cinematográficos, por sueños y relatos fantásticos, por idioteces que en tu cabeza actúan como dardos, es irónico pensar lo que pensamos, es inviable intentar predecir algo, es absurdo hablar en futuro cuando no sabes ni lo que hay dentro de ti, cuando no sabes lo que piensas, cuando lloras sin motivos, cuando sufres sin testigos, cuando hablas sin argumentos, cuando tragas saliva en momentos tensos. No hay motivos para pensar, no hay motivos para actuar, así que, saluda, sonríe y besa, que tu cerebro, no analice lo que pasa, o morirás con miedo a vivir, y vivirás con miedo a morir, y actuarás de forma segura, y que es seguro, si en la vida no existe nada, si toda la realidad es inventada.

Vive para morir, que ya morirás para vivir.
Que nadie estorbe en tu camino, que no piensen por ti, que no valoren tus actos, que no te juzguen si has amado.