Siente el rojo dolor áspero en tu pecho del odio reflexivo, siente como te vas apagando lentamente por el olvido, descubre como las personas se quieren y desaparecen en segundos, descubre como es el mundo, con sus ricos, sus trabajadores y sus vagabundos, descubre el punto de vista de cada uno, cómo para todos es prácticamente el mismo, don dinero, y don provecho, siempre presentes a la hora de juzgar entes.
Yo juzgo desde la razón y el corazón, inspiro el humo que sus pulmones no respiró y miro con los ojos marrones cálidos que nadie vio, en los que nadie se fijó, para dar rienda suelta a cualquier conversación.
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