martes, 27 de diciembre de 2011

Felicidad ante la vida.

Nacemos siendo diferentes, crecemos ante distintas adversidades, nos vemos sometidos a distintas creencias, a multitud de opiniones, elegimos entre gran cantidad de opciones que tenemos en diversos caminos, pero la finalidad, es para todos la misma: Vivir. Subjetivamente puede serlo todo o nada, pero realmente no podemos definir la vida.

Seas una persona malhumorada, seas una persona alegre, indiferente con todo, resistente a los duros golpes o no, estás viviendo y aunque no hay una fórmula común a todos para vivir bien (ya que todos somos diferentes y no todos queremos lo mismo) lo importante es estar a gusto con tu entorno y sobre todo con uno mismo, es ser feliz, poder levantarte cada mañana y sonreir delante del espejo viendo como degeneras físicamente y como creces psicológicamente.

Nadie sabe que hay más allá de la vida realmente por muchas teorías que haya, con lo cual, asegurada, solo hay una, no seas bobo y no pierdas el tiempo, que no se te ha perdido nada ahí sentado, ponte una canción que te ponga los pelos de punta, grita, baila, recuerda esa película que tanto te apasiona, tírate al suelo de cabeza, coge a tu gato y dile lo mucho que le quieres, pero vive, y no pierdas el tiempo, que oro no será, pero es lo más valioso que tienes, porque la vida al fin y al cabo, no es más que eso, tiempo que no deja de pasar.

Sonríe siempre, nunca dejes de hacerlo, quien está amargado amarga, quien desborda alegría alegra, nunca dejes de sentirte bien, de satisfacer tus necesidades.

La vida es una simple cadena:

Si estamos interesados y contentos invertimos un porcentaje en efectuar ejercicios manuales y mentales más elevado que si no lo estamos. Y nuestros actos dependen de las ordenes que demos desde el cerebro, y nuestra vida depende de nuestros actos.

Antepón la felicidad ante la vida, no la vida ante la felicidad.

Ahí dejo la cosa. Acabada la reflexión de la felicidad, que me quedaban cosas por decir.
Gracias a los que estáis ahí.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Y así fue.

Y en un alarde de coincidencia, pensamos, es como la banda sonora de mi vida...

http://www.youtube.com/watch?v=z94PqEaFCeM


miércoles, 21 de diciembre de 2011

No vivimos mal.

El silencio es utópico en la calle,
como lo es que un pato baje al asfalto y nade
Tocar es utópico si es al aire,
pero si logras conseguirlo, será arte.

''Dejemos las conclusiones para los idiotas''
como decía Pío Baroja cuando no había sotas,
cuando los ricos tomaban las tropas,
y los pobres sudaban las motas.

Cuando para España era la libertad utópica
y para Alemania simplemente clásica.
Unión entre pueblo y tierra
haría que la cosa cambiara.

Cuando de un tiro se mataba
a cobardes por la patria.
Haberse unido el pueblo antes
y morir así con talante,
ya que mejor morir de de pie,
aunque luego caigas hacia delante
y no vivir de rodillas
en un mundo hostil y arrogante.

Donde la utopía sería un asco
y los derechos y leyes
cualquier folio en blanco
y la dignidad de estes, un montón de heces.

martes, 20 de diciembre de 2011

Un día más.

Esta mañana he hecho una pequeña exposición en clase de economía, en ella les he enseñado a mis compañeros una entrevista a un señor muy interesante llamado Emilio Duró, en el programa Buenafuente, que a pesar de muchas opiniones, para mi forma de ver, no por añadir humor a la información se pierde el mensaje. (Toma nota Intereconomía) La exposición duró sobre media hora, veinte minutos del vídeo y casi diez para exponer el tema, este era sobre la felicidad, me supo a poco el tiempo, hoy he descubierto lo gratificante que es que la gente aplauda con interés lo que dices y te preste atención. ¡Coño, es que no se me han saltado las lágrimas de milagro! Fuera bromas.

Les he contado a mis compañeros la pérdida de valores que está presente en la juventud respecto a generaciones anteriores, el egocentrismo y la falta de expresividad de esta. Me duele decirlo ya que formo parte de esta juventud, pero no me incluyo. Y todo esto se ha visto incrementado por las redes sociales de tal modo que los jóvenes no suelen pensar demasiado en el resto de la gente, y aquí me gustaría profundizar en un tema, que yo creo que es un poco extraño, ya que las redes sociales han afectado de tal manera, que hoy en día se da por echo que estas bien a no ser que te vean llorando, ¿Qué pasa? Que es muy fácil abrir una ventana de mensajería instantánea y decir: Hola que tal? bien y tu? bien, ayer me compré dos caballos y cuatro mulas. Hasta se podría tratar de una falta de confianza, ya que realmente, nunca dirás tu verdadero estado anímico. Al margen de esto, les he expandido un poco las palabras de el señor Emilio Duró, y les he dicho que transformen ese mal humor innato que llevan dentro, en pasión por la vida y en ilusión en todo lo que hagan.

Y esto os lo digo a todos los lectores a los que tengo la ocasión de dirigirme, besad, cantar, pasadlo bien, abrazad, y cojed del brazo a aquel que tenéis aprecio y soltadle un te quiero, que la felicidad depende de uno mismo y de la gente que tengais alrededor, recordad siempre que el amargado amarga, y que aquel que es feliz, sembrará felicidad por donde pase.

Disfrutad de los pequeños placeres que os puede dar la vida, me voy, mañana volveré con más, no mejor, porque no es bueno.

Os dejo con dos citas muy importantes, hasta mañana:

·La gente feliz rinde un 70% más que la que no lo es en el trabajo.
·El 80% del éxito viene de la forma de ver la vida.

(No he estado muy espesito hoy, disculpad las molestias)

lunes, 19 de diciembre de 2011

Ruido.

Sabéis, ayer me he enterado de que un hombre que mató a su mujer y a su hijo ha cobrado la pensión de viuvedad durante meses, 670 euros, para ser exactos, todos los meses, y ¿Queréis saber lo peor de todo? La secretaría de Estado de igualdad le ha pedido al ministerio de economía y hacienda que no se vuelva a repetir, por lo visto, vivimos en un mundo de locos.

Aunque no sea nada nuevo, esto es así, vivimos en un país, donde no existe la justicia, y donde la libertad ha pasado a llamarse libertinaje, que no es lo mismo. Cohabitamos con una sociedad que toma la libertad de expresión a placer, dando interpretaciones de la misma prácticamente a gusto, confundiendo una ley moral que nos permite dar nuestra opinión fundamentada, en una ley civil que permite decir lo que se te ocurra mientras defecas, no estaría mal esa ley si no tuviésemos la información necesaria para simplemente eso, documentarnos. Y no solo hasta ahí ha llegado la vagancia de nuestra sociedad si no que son capaces hasta de llevarte la contraria.

Personalmente me gusta generalizar, y me veo obligado a hacerlo cuando hablo de la parte mala de la sociedad, la que no hace nada, la que no se preocupa por su futuro, la generación Nini, la que sale en televisión predicando difamaciones sobre otras personas. Me veo obligado a generalizar, no porque sea la mayor parte de la sociedad esta nombrada, si no, porque es la que más ruido hace.

Por dios, dejad de ver prensa rosa, que lo único que hace es comeros el coco, y leed una buena novela, que puesto a leer supuestos, que sepáis con certeza que son irreales. Salid a la calle a hacer ruido y demostrad que la mayoría de la sociedad es esa gente culta y callada que aprovecha el sustrato que da la educación y desprogramad Telecinco de vuestra lista de canales por favor, que a estas alturas, ni las abuelas deberían de verlo. (No lo digo por ofensa a estas, pero algunas no han tenido la fortuna de verse en una buena situación como para permitirse una buena educación).

domingo, 18 de diciembre de 2011

Poco a poco, nos hacemos libres.

Tras un día monótono y simplón, escuchando a mi verdadero psicólogo y a uno de mis profesores de filosofía,el chojin, me dispongo a hacer un par de clicks para crear otro blog de notas que me permita contactar, una vez más, con toda esa gente que decide invertir su tiempo leyendo lo que escribe este perro solitario. Trataré, como siempre, de plasmar palabras en el blog que mis ojos todavía no las han entendido como lágrimas, porque nunca he visto motivos necesarios para llorar (si no es de alegría). Necesitaba volver a escribir un poco, lo veía necesario, he vivido experiencias únicas que no he podido reflexionar a fondo porque no las he replanteado plenamente.

He cumplido dieciocho años hace un mes, y pese al intenso deseo que tenía hace un par de estos de cumplirlos, no es nada nuevo, nada cambia, dos leyes más que te oprimen el cuello y un papel que te permite conducir un coche, sinceramente, visto así, es una locura.

No sé de que me quejo, esperaba una libertad instantánea pero no me daba cuenta que yo ya era completamente libre, no he dependido de nadie para tomar decisiones, ni de personas, ni de sentimientos... Bueno, de sentimientos quizá, ya que creo que la vida necesita pasión, ilusión y constancia si quieres vivirla con una libertad plena y he dependido de mis padres, que me han mantenido hasta día de hoy, si no me hubieran mantenido, o estaría trágicamente muerto, o bañado de otra educación, que posiblemente no me permitiría escribir lo que estoy pensando.

Una vez más, como creo recordar que ya he hecho en otros textos, he de daros las gracias a todos los que estais ahí fuera, haciendo de el mundo donde habitamos un lugar digno, donde puedo encontrar a gente maravillosa, con la que salir una noche de fiesta y reirme a carcajadas y donde puedo encontrar a gente con la que compartir experiencias y sentimientos.

Me gusta disfrutar de conversaciones, de música, me gusta cojer la guitarra e intentar alguna que otra canción, me gusta levantarme tarareando alguna canción sin venir a cuento, me gusta acostarme bailando, me gusta ponerle pasión e interés a todo para poder hacerlo con sentimiento, me gusta oler la comida por la calle al mediodía un día por semana, me gusta pensar en lo que he hecho y reirme por haberlo echo mal, me gusta la ironía, me gusta ponerme nervioso pensando en mi futuro, y en mi pasado, también me gusta tirarme en el suelo a mirar el techo constantemente, y perderme en un mundo de yeso blanco infinito, donde vagan mis palabras, donde corren mis pensamientos en libertad, fuera de esa cárcel llamada realidad donde estos nunca llegan a su fin.

Pero sabeis, lo que más me gusta es salir a la calle, respirar hondo y darme cuenta de que la realidad y los límites, son lo que le da sentido a la vida... Salir a la calle y darme cuenta de que estoy vivo. Y reírme por ello, ya que lo más importante en esta vida es el humor, y no el vítreo precisamente.

No voy a seguir por hoy, esto ha sido una pequeña introducción que intentaré hacer una rutina diaria, plasmando el CO2 que mis pulmones expulsan. Me gustaría que me siguiera la gente y leyese algo de lo que escribo, que me diera su opinión y disfrutar así de la vida, y del mundo.

Gracias a todos. Espero acostarme bailando hoy también.