¿Sabéis? Desde hace una temporada hacia aquí, con fecha de inicio no memorada he comenzado a valorar mucho a las personas, me encanta, sé que por una parte no llego a ser nadie para valorar porque todavía soy, como algunos me llaman, un chaval y la experiencia hace al sabio. Pero también tengo a favor que soy una persona, como todos, y eso, aunque suene un poco descarado, me da derecho a opinar o valorar a la gente de mi entorno.
Me ha ayudado mucho hacerlo, a conocerme a mí mismo, a pensar un poco antes de actuar a conocer bien a las personas que me rodean... Algunos llaman madurar a este suceso, ya que marca un cambio en la actitud de un adolescente a una persona adulta, me gusta el término, pero no es el caso, creo que está mal empleado, es demasiado generalizado, una persona no empieza a pensar un poco y ya madura, porque puede ser un terrorista, por ejemplo, y una máquina de pensar a su vez.
He conocido a bastante gente y podría hacer varías menciones sobre alguna maravillosa, pero no acabaría con lo buena que ha sido en general toda conmigo, lo que sí me gustaría mencionar, más que a las personas particularmente, es alguna de las conductas ya que de ellas deberíamos de aprender todos. He conocido a gente ilusionada con cualquier historia que le cuentes, a otra triste con la vida que no se contenta con nada, otra con instintos suicidas, he conocido a personas cariñosas que te abrían sus brazos para agarrarse a tu tronco como muestra de fidelidad, he conocido a profesionales que lo dan todo por la docencia, incluso su propia salud, y con disposición a planes futuros como una tesis. Pero entre este tipo de conductas, entre toda la gente que he podido conocer, diría que hay algo que a la mayoría les gusta: El humor.
A toda la gente maravillosa que me he cruzado en el camino de la vida le gusta reír, de una manera u otra. Hay tantos tipos de humor, como maneras de pensar, me encanta hacer reír a la gente, estoy dispuesto a hacer cualquier pequeña tontería para sacarle alguna carcajada al más serio y repito, me encanta. Por supuesto, no siempre lo consigo, pero como las personas con una perspectiva parecida se atraen (Me refiero, si eres feliz, atraerás a la gente feliz, si eres un amargado, amargas) y yo soy una persona alegre que le sonríe a la vida, malo será que alguien no se ria...
Sonreír, abrazar y besar no cuesta nada, todavía no entiendo por qué se hace más el amor que la felicidad, si es más sencillo esto último. Ahí lo dejo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario