jueves, 25 de agosto de 2011

Crecí.

Deseaba crecer para ahora aberrarlo quería vestir caro para aparentarlo, desearlo fue mi estrago de antemano y dar gracias a dios no sirvio de algo.

Ya desde pequeño buscaba la luz divina, un heroe, una heroina dispuesta a salvar mi vida pero hasta ahora no la vi, solo descubrí personas grandes por las que morir. Porque ahí fuera hay gente demente que prefieren muertes para agrandar ese gozo inerte carentes de mentes resplandecientes.

Fue dura la infancia psicologica de mi persona, evitando golpes y caidas duras por las que ahora me adoran, doy gracias al que ahora me lo pone fácil y al que me lo pone difícil porque aprendo de este hábil dolor que infama sobre esta llaga de mentiras, de hipocresias que agriman la sangre que palpita en ellas.

Doy gracias a las personas que intentan que cambie, que arrancan de mis carnes el pesimismo y me otorgan inocente egocentrismo. Desearía que todo al que hoy quiero siga entero este camino conmigo hasta el ocaso, con baches y sosiegos con lloros no certeros, pero alegrías sin melancolías ni jaurías de monos planeando utopías.

No hay comentarios:

Publicar un comentario