Recupera esa sonrisa parada, despídete, sonríele, bésala, abrázala. Despierta y abre los ojos, mañana solo serás un mono en la nada desangrándose entre lágrimas azotadas por las sábanas, mañana no tendrás oportunidad de nada, ni de cruzar una mirada.
Y me asombra como hoy puedo odiarte, pero mañana echarte de menos y me enamoran experanzas, y me enamoran miradas, trastadas. Corre ahora que puedes, disfruta, llora el momento, sángralo si es necesario, ya te arrepentiras mañana, ya pensarás que has perdido el tiempo, ya demostrarás que todavía estás contento.
Sonríe ahora, gústate, alégrate, y muérete ahora, o mañana estarás llorando por no haberlo hecho, miéntete a tí mismo, mírate con los ojos del optimismo, mira de lejos al egocentrismo. Arranca y ponte en el cielo, busca los fallos mañana mismo.
Y me asombra como hoy puedo amarte, pero mañana no querer verte y me enamoran sonrisas, y me satisfacen diluvios inertes de sueños en caricias, y me evaden las entrañas los gritos de gozo y me invaden las arterias gritos de socorro, ayudadme, que no sé si soy yo solo, o me estoy volviendo totalmente loco.
Hoy me despierto entre lágrimas predichas, mis abrasadoras mejillas arden en un incandescente suspiro esperanzador cuando un sollozo aterrador desvela tus emociones, para dar paso a una amargura diaria, sabes que no estará más contigo, pero tambien sabes que has vivido lo que has vivido para estar así. Nada.
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