miércoles, 24 de agosto de 2011

Somos lo que no somos.

Nos basamos en la confianza de las circunstancias, crecemos acostumbrados a la normalidad, seguimos la puñalada que nuestros antepasados nos dejan, sin darnos cuenta del error que cometemos.

Todavía somos animales, nacimos para nuestra supervivencia y nos acabamos matando entre nosotros por creer aquello que no somos, nacimos con la capacidad de abrir nuestra mente y mirar hacia el universo, pero por desgracia, han sido pocos los que han conseguido eso y hemos transformado ese sentimiento de supervivencia en una esencia vacía de vida y consumismo; convirtiendo nuestra vida con el fin de sobrevivir en una decoración inmunda de logros, de habilidades que no tenemos.Así como ideologías incoherentes, creencias nefastas y objetos materiales que renuevan nuestro afán.

Aún no hemos comprendido para qué estamos aquí y nos empeñamos en crear sociedades y pensamientos generales. Pero al margen de lo que nacemos, somos lo que nos crían, podrás entender a un anarquista, o levantar el brazo derecho delante de un dictador, si te educan para ello.

No está nada mal nuestra vida, no me quejo pero me gustaría tener respuestas, muchas las tenemos, porque los que supieron
abrir sus ojos y mirar hacia el universo las hayaron para todos nosotros. Sabemos que hay un cuerpo y una mente, pero ¿Qué nos controla? ¿Hay un alma detrás de nuestro cuerpo? ¿De nuestro hipotálamo? ¿De nuestra mente?

Hay muchas dudas sin resolver, pero supongo que nunca las averiguaremos siendo tan solo animales, pese a que los verdaderos animales, nacen con el Bachiller hecho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario